CONVIERTE A TU MENTE EN TU MEJOR AMIGO
Nuestra mente es nuestro mejor amigo si la alimentamos sólo con pensamientos positivos, pero se convierte en nuestro peor enemigo si le permitimos que piense pensamientos negativos o inútiles. Las cualidad de este "alimento" depende por completo de nosotros.
Aunque las circunstancias exteriores nos influyen fuertemente aún así podemos convertirnos en los maestros de nuestra mente e ir más allá de esa influencia. Nuestro esfuerzo para lograr este estado depende del objetivo que nos hemos fijado para nosotros mismos.
Este objetivo elevado depende de cuánto hayamos entendido los beneficios prácticos de pensar en forma positiva. Sin este reconocimiento básico no nos sentimos motivados
para cambiar lo necesario en nosotros.
La mente es probablemente la parte menos comprendida del ser humano, tan poco conocida que le ha sido muy difícil a la gente entender qué es, cómo funciona y sobre todo, cómo controlarla. Es sólo cuando comprendemos cómo funciona algo que podemos tenerlo bajo nuestro control y dominarlo. La mente no es algo material que podamos ver, tocar o medir con instrumentos científicos.
La mente es algo invisible, pero aún así, sus efectos se pueden ver en nuestra cara, nuestras palabras o nuestro comportamiento.
Si, por ejemplo, nuestros pensamientos son de tristeza aunque intentemos evitar esa tristeza con una sonrisa artificial, tarde o temprano se hará visible a través de los ojos de las palabras.
La mente es como el viento, invisible, no podemos verlo pero podemos ver sus efectos. Es como los cimientos de una casa, no podemos verlos
pero son los responsables de la estabilidad del edificio. O es como las raíces de un árbol, están bajo tierra y no las podemos ver,
pero aún así le dan al árbol la fuerza para soportar las tormentas.
Algo muy importante que se aplica a muchos aspectos en la vida es:
NUESTRAS PALABRAS Y ACCIONES SON EL ESPEJO DE NUESTROS PENSAMIENTOS.
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